Soy una estampa de una mala virgen
soy el retrato de un maltrato infantil camuflado en rendimiento académico ejemplar
soy lo que dicen y también soy lo que hice
soy la mala conjugación del verbo amar.
Soy el tamaño portátil del libro que tiene cobertura de drama
soy el templo de los que buscan la diversión sin malas jugadas
soy un verbo que denota acción residente
y soy también la humillación a la que en algún momento llamaron valiente.
Me defino en una definición sin reglas ni palabras vehementes
soy el trauma de unos padres que no supieron quererme.
Tengo trazas de bondad, de ego y de belleza,
pero,
soy también la mala, la inestable y la cabeza de una niña echa mierda.
Lo tengo todo papi,
tengo flow,
tengo mami,
tengo mucha sabrosura.
Soy la mezcla de razas, religiones y mentiras.
Soy la de los superpoderes de cara a la galería.
Soy frágil y fuerte como una linda y ruda heroína.
Soy la tendencia a suplir carencias con toxicidad y bebida.
Me aclamaron en la ayuda,
me formé en la ayuda,
y me siento incapaz de creer.
Tengo miedo de romper todo lo que quise ser.
Teletransporté la máquina del saber de bar y de circo.
Soy la clave del ordenador que memorizas por vicio.
Temo al mal de ojo y la soledad desmedida.
Soy un minion que no sabe ni pronunciar bien el nombre de la comida.
Me mancho, me toco, grito y soy indeseable.
Soy
lo que puedo
ser.